El
espíritu santo
no es una persona
Este
tercer capítulo tiene como fin primordial escudriñar lo que es el
espíritu de Dios y demostrar que el
espíritu santo no es la tercera persona de una santísima
trinidad.
Comencemos preguntándonos:
¿En
algún pasaje de la Biblia se presenta al espíritu santo como una persona
independiente?
o más bien ¿el espíritu santo se presenta como algo
perteneciente?.
Veamos
el siguiente versículo, en el cual se presenta al espíritu santo como algo
perteneciente y no como un ser
independiente.
Efesios
4...
30: (BAD) “No agraviéis al espíritu santo de
Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la
redención.” (Biblia al día)
30:
(BLS) “No hagan que se ponga triste el espíritu santo de Dios, que es como un sello
de identidad que Dios puso en ustedes, para reconocerlos cuando llegue el día en
que para siempre serán liberados del pecado.” (Biblia Lenguaje
Sencillo)
30:
(CST-IBS) “Y que vuestra manera de vivir no cause tristeza al espíritu santo de Dios, con el cual fuisteis
sellados para el día de vuestra redención.”
(CST-IBS)
30:
(DHH) “No hagan que se entristezca el espíritu
santo de Dios, con el que ustedes han sido sellados para
distinguirlos como propiedad de Dios el día en que él les dé la liberación
definitiva.” (Dios Habla Hoy-1996)
30:
(JER) “No entristezcáis al espíritu santo de
Dios, con el que fuisteis sellados para el día de la
redención.” (Jerusalén-1976)
30:
(LBLA) “Y no entristezcáis al espíritu santo de
Dios, por el cual fuisteis sellados para el día de la
redención.” (La Biblia de las Américas)
30:
(NVI) “No agravien al espíritu santo de
Dios, con el cual fueron sellados para el día de la
redención.” (Nueva Versión Internacional-1984)
30:
(RV60) “Y no contristéis al espíritu santo de
Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la
redención.” (Reina Valera-1960)
30:
(RV95) “Y no entristezcáis al espíritu santo de Dios, con el cual fuisteis
sellados para el día de la redención.” (Reina
Valera-1995)
30:
(RVA) “Y no entristezcáis al espíritu santo de
Dios en quien fuisteis sellados para el día de la redención.”
(Reina Valera-1989)
30: (SRV) “Y
no contristéis al espíritu santo de
Dios, con el cual estáis sellados para el día de la
redención.” (Spanish Reina Valera-1909)
30:
(SSE) “Y no contristéis al espíritu santo de Dios, con el cual estáis
sellados para el día de la redención.” (Spanish Sagradas
Escrituras)
Hipótesis
El
espíritu santo
no es una persona de ningún dios
trino.
Todo
aquel que crea y afirme que el espíritu santo es la tercera persona de la
santísima trinidad, no puede ser un hijo de Dios Yahwéh, ya que ningún verdadero
cristiano bíblico cree en un dios que sea trino. A los únicos que les interesa
creer en un dios trino son a los hijos del Diablo y también al mismo
Diablo.
Tanto
Yahwéh como su Hijo Yahshua tienen cada uno y por separado un cuerpo espiritual
(celestial),
respectivamente, pero como el espíritu que mora en ellos es santo,
tenemos entonces que:
El espíritu
santo no es Dios Padre ni Dios hijo, ni tampoco la tercera persona de un dios trino.
Porque tanto Yahwéh como Yahshua poseen un espíritu
que es santo,
lo cual es muy distinto a decir que el espíritu
santo sea una tercera persona de un dios trino.
Argumentación
El
siguiente estudio no contiene conceptos personales ni ajenos, ya que solamente está inspirado y
fundamentado en las Sagradas Escrituras y no de ninguna otra fuente que no sea
la sola Biblia.
Comencemos
con algunos pasajes
del libro de
los Hechos de los apóstoles...
Hechos 6...
3 “Buscad pues,
hermanos, siete varones de vosotros de buen testimonio, llenos de espíritu santo y de sabiduría, los cuales pongamos en esta
obra.”
Este versículo hace la diferencia entre espíritu santo y sabiduría, por lo tanto el espíritu santo no es la sabiduría.
Hechos
8...
19 “Diciendo: Dadme también a mí esta potestad, que a cualquiera que pusiere las
manos encima, reciba el espíritu
santo.”
Esta potestad consistía en el poder, la potencia o la virtud que los apóstoles poseían para dar
el espíritu santo de Cristo a
todo aquel que tenía el corazón recto delante de Dios (Hechos 8:21). Por
lo consiguiente tal potestad no es el espíritu
santo, sino el poder que tiene Dios para hacer que el espíritu santo habite dentro del ser humano
que tiene fe en Dios y es obediente para con él.
29 “El
espíritu dijo a Felipe: "Acércate y júntate a ese carro."”
¿Pero
habrá escuchado Felipe una voz
literal? Pues claro que no, porque esta es solo una manera figurada que tiene Dios Padre para predicarnos cómo se
vale él para que se cumpla su voluntad en hombres de fe, como Felipe, que
quieren vivir en la obediencia y en la comunión con Yahwéh y Yahshua. Entonces ¿cómo es que “habló” el espíritu santo a
Felipe? Pues, del mismo modo que lo hizo por medio del
profeta Isaías a nuestros padres: “Y como no estuviesen de acuerdo entre sí, al retirarse, les dijo Pablo
esta palabra: Bien habló el espíritu santo por
medio del profeta Isaías a
nuestros padres” (Hechos 28:25).
Hechos
10...
38 “Cuanto a Yahshua de Nazaret; cómo le ungió Dios de espíritu santo y de potencia; el cual anduvo haciendo bienes, y
sanando a todos los oprimidos del Diablo; porque Dios era con él.”
En
este versículo también se observa que no es lo mismo el espíritu santo que la potencia, puesto que la letra y marca la diferencia entre el espíritu santo y la potencia. Por lo tanto el espíritu santo tampoco es la potencia de Dios.
Hechos
11...
24 “Porque era varón bueno, y lleno de espíritu santo y de fe: y mucha compañía fue agregada al
Señor.”
Aquí también se nos enseña que el espíritu santo no es la fe, puesto que la letra y indica una desigualdad entre el espíritu santo y la fe.
Entonces surge la pregunta: ¿qué es
el espíritu santo? y la respuesta se obtiene al leer los siguientes pasajes
bíblicos:
Romanos 5...
5 “Y la esperanza no avergüenza;
porque el amor de Dios está derramado en
nuestros corazones por el espíritu santo que nos es
dado.”
Romanos 14...
17 “Que el reino de Dios no es comida ni
bebida, sino justicia y paz y gozo por el espíritu
santo.”
Por el espíritu santo el amor de Dios
está derramado en nuestros corazones (Romanos 5:5). También se derrama la justicia, la paz y el gozo por el espíritu santo.
Juan
15...
26
“Empero
cuando viniere el consolador, el
cual yo os enviaré del Padre, el espíritu de
verdad, el cual procede del
Padre, él dará testimonio de mí.”
Aquí está el
versículo clave para comenzar a entender lo que es el espíritu santo: es el espíritu de verdad, el consolador, que procede del Padre (es algo que emana o proviene del Padre).
Romanos 15...
13
“Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz creyendo, para que
abundéis en esperanza por la virtud del espíritu santo.”
Hechos
13...
52 “Y los discípulos estaban llenos de gozo, y del espíritu santo.”
Lucas
1...
67 “Y Zacarías su padre fue lleno de espíritu santo, y profetizó, diciendo:”
Lucas
2...
25 “Y he aquí, había un hombre en Jerusalén, llamado Simeón,
y este hombre, justo y pío, esperaba la consolación de Israel: y el espíritu santo era sobre él.”
Hechos
9...
31 “Las iglesias entonces tenían paz por toda Judea y Galilea y
Samaria, y eran edificadas, andando en el temor del Señor; y con consuelo del espíritu santo eran
multiplicadas.”
Lucas 4...
1 “Y Yahshua, lleno del espíritu santo, volvió del
Jordán, y fue llevado por el espíritu al desierto.”
8 “Y respondiendo
Yahshua, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: A tu
Señor Dios adorarás, y a él solo servirás.”
Lucas 12...
12
“Porque el espíritu santo os enseñará en la misma hora lo que
será necesario decir.”
Juan 14...
26 “Más el consolador, el espíritu santo, al cual el Padre enviará en
mi nombre, él os enseñará todas
las cosas, y os recordará todas las cosas que os he dicho.”
Hechos
1...
8
“Más
recibiréis la virtud del espíritu santo que vendrá sobre
vosotros; y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, y Samaria, y hasta
lo último de la tierra.”
Hechos 2...
4 “Y fueron todos llenos del espíritu santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, como el
espíritu les daba que hablasen.”
Hechos 4...
31 “Y como
hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron
llenos del espíritu santo, y hablaron la palabra de Dios con
confianza.”
Ahora bien, en muchas ocasiones, la palabra de Dios
personifica, o presenta como personas, a cosas que no lo son, y no por ello
quiere decir que dichas representaciones lleven un significado literal. Veamos
algunos ejemplos:
Génesis 4...
10 “Y él le dijo: ¿Qué has
hecho? La voz de la sangre de tu
hermano clama a mí desde la
tierra.”
Proverbios 1...
20 “La sabiduría clama de fuera, da su voz en las plazas:”
Proverbios 7...
4 “Di a la sabiduría: Tú eres mi
hermana; Y a la inteligencia llama parienta:”
Proverbios
8...
1 “¿No clama la
sabiduría, y da su voz la
inteligencia?”
Proverbios 9...
6 “Dejad las
simplezas, y vivid; Y andad por el camino de la
inteligencia.”
Lucas 7...
35 “Mas la sabiduría es justificada de todos sus
hijos.”
Romanos 5...
14 “No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta
Moisés, aún en los que no pecaron a la manera de la rebelión de Adán; el cual es
figura del que había de venir.”
17 “Porque, si por un delito reinó la muerte por uno, mucho
más reinarán en vida por un Yahshua los que reciben la abundancia de gracia, y
del don de la justicia.”
21 “Para que, de la manera que el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia
para vida eterna por Yahshua Señor nuestro.”
Romanos
6...
12 “No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo
mortal, para que le obedezcáis en sus concupiscencias;”
Revelaciones
20...
14 “Y el infierno y la muerte fueron lanzados en el lago de fuego. Esta
es la muerte segunda.”
Isaías
14...
8
“Aún los cipreses se regocijaron a causa de
ti, y los cedros del
Líbano, diciendo: desde que tú pereciste,
no ha subido cortador contra
nosotros.”.
En
los recientes pasajes se lee, por ejemplo, que la sangre de Abel HABLA
(Génesis 4:10), sin embargo, no por ello vamos a decir que la Sangre es
una persona. Lo mismo sucede con la sabiduría (Proverbios 1:20), la
inteligencia (Proverbios 7:4), la gracia (Romanos 5:21), la muerte
(Romanos 5:14), el infierno (Revelaciones 20:14), el pecado
(Romanos 6:12), los árboles (Isaías
14:8): todos son personificados, pero no por ello
significan, literalmente, que sean personas.
Mateo
3...
11
“Yo los
bautizo a ustedes con agua para que se arrepientan. Pero el que viene después de
mí es más poderoso que yo, y ni siquiera merezco llevarle las sandalias. Él los bautizará con el espíritu santo y con fuego.”
Lucas
1...
41
“Y aconteció, que como oyó Elisabet la salutación de María, la criatura
saltó en su vientre; y Elisabet fue llena
del espíritu santo,”
Hechos
10...
38 “Cuanto a Yahshua de Nazaret; cómo le
ungió Dios de espíritu
santo y de potencia; el cual anduvo haciendo bienes, y sanando a todos los oprimidos
del Diablo; porque Dios era con
él”
Por lo
consiguiente, es totalmente imposible que el espíritu santo sea una persona, porque: al
ser “bautizados con él”
(Mateo 3:11); al ser “llenados de él” (Lucas 1:41); y al ser “ungidos con él” (Hechos 10:38), son
manifestaciones que de ninguna manera resultan apropiadas para referirnos a una
persona, muy por el contrario dichas expresiones niegan que lo
sea.
Hechos
10...
38
“Cuanto a Yahshua de Nazaret; cómo le
ungió Dios de espíritu
santo y de potencia;
el cual anduvo haciendo bienes, y sanando a todos los oprimidos del Diablo;
porque Dios era con él.”
Ratifico, expresiones como esta: “le
ungió Dios de espíritu
santo” es
imposible que se refiera a alguien sino a algo.
Dios
Padre Todopoderoso derrama y/o unge de su espíritu que es santo a todos aquellos que tienen fe
en él y debido a esta fe viva es que los cristianos obran de acuerdo a la
voluntad de Dios. Eso que derrama y/o unge imperiosamente tiene que ser algo, ¡no
puede ser alguien!.
Escudriñemos,
a continuación, quiénes son los que estaban en el principio:
Génesis
1...
1 “En el
principio crió Dios los
cielos y la tierra.”
Hebreos
1...
2 “en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y
por quien asimismo hizo el universo;”
10 “Y: Tú, oh Señor, en el
principio fundaste la tierra, y los
cielos son obra de tus
manos.”
1 Juan 1...
1 “Lo
que era desde el
principio,
lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos mirado, y
palparon nuestras
manos tocante al Verbo
de vida;”
En el principio,
las escrituras no reflejan a una tercera persona que forme parte
de una misteriosa “trinidad”.
Continuemos el estudio con otros textos
bíblicos:
Juan
1...
3 “Todas las
cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido
hecho, fue hecho.”
10 “En el mundo estaba, y el mundo por él
fue hecho; pero el mundo no le
conoció.”
1 Corintios 8...
6 “para nosotros, sin
embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y
nosotros somos para él; y un Señor, Yahshua, por medio del cual son todas
las cosas, y nosotros por medio de él.”
En este versículo de la carta de
Pablo a los corintios se lee que sólo hay un Dios, el Padre, y un solo Señor,
Yahshua. Y ¿por qué Pablo no mencionó al espíritu santo en tan importante
declaración de fe?... Si el espíritu santo fuese de verdad “la tercera persona
de un Dios trino” entonces dicho apóstol lo hubiese nombrado.
Definitivamente, si el apóstol Pablo no
lo nombró es porque la fe de Pablo no era trinitaria.
Colosenses
1...
16 “Porque en él fueron creadas todas las cosas, las
que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean
tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para
él.”
Hebreos 11...
3 “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se
ve fue hecho de lo que no se veía.”
De estos anteriores versículos
obtenemos lo que sigue:
Por la palabra de
Dios ha sido constituido el
universo (Hebreos 11:3), y todo fue creado por medio de Yahshua y para
Yahshua (Colosenses 1:16), por medio del cual son todas las cosas, (1
Corintios 8:6), y el mundo por él fue
hecho (Juan 1:10), y todas
las cosas por él fueron hechas (Juan 1:3).
En
conclusión, fue Dios Padre Yahwéh quien creó todas las cosas, pero toda la
creación fue hecha (fue llevada a cabo) por medio de su Hijo Yahshua y para su
Hijo Yahshua. En otras palabras, fue Dios Padre Yahwéh el que preparó todo la
creación, él fue quien la
diseñó, y fue su Hijo Yahshua
quien la ejecutó.
Al
margen, veamos lo que dice también
1
Juan 1...
14 “Y
aquel Verbo fue hecho carne,
y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del
Padre), lleno de gracia y de verdad.”
Cabe aclarar, con este
pasaje, que el Verbo antes de haberse hecho carne,
¡ya existía! pero con un cuerpo celestial y no con un cuerpo mortal como cuando
fue engendrado en el vientre de María.
Ya demostramos, en el primer capítulo
de este libro, a quién representa el Árbol de Vida.
Ahora también ya conocemos quién es el Verbo de Vida,
es el Señor, el Hijo de Dios, Yahshua. Por lo tanto, quien estaba en el Edén
junto a Adán, Eva y la bestia Satanás, fue indudablemente el Señor Yahshua, pero
no con un cuerpo terrenal como el de Adán, Eva y Satanás, sino con un cuerpo
celestial como el cuerpo de su Padre Yahwéh.
Pasemos
ahora a Génesis
1...
2 “Y
la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la haz del
abismo, y el espíritu
de Dios se movía sobre la haz de las aguas.”
Leamos también a Job
33...
4 “El espíritu
de Dios me hizo,y el soplo del Omnipotente me dio vida.”
Miqueas 3...
8 “Yo empero estoy lleno de
fuerza del espíritu
de Yahwéh,
y de
juicio, y de fortaleza, para denunciar a Jacob su rebelión, y a Israel su
pecado.”
Y a Mateo 12...
28 “Y
si por espíritu
de Dios yo echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de
Dios.”
En estos versículos de Job
33:4 y de Mateo
12:28,
la Biblia identifica al espíritu
de Dios como un
espíritu sumamente poderoso,
que solo emana del Dios Omnipotente: Dios Padre
Yahwéh. Pero en Génesis
1:2 se interpreta de una manera más precisa aún,
porque hace referencia a dicho espíritu como un espíritu inmensamente fuerte y
activo, que solo lo tiene Dios
Padre Yahweh. Este concepto cuenta con
el gran apoyo de toda la Biblia, sin embargo no podemos afirmar
que el espíritu de Dios
Padre, que es el espíritu poderoso del Dios Supremo, ¡un poder
incomparable y omnipotente!, sea de igual magnitud e intensidad al del espíritu de su Hijo Yahshua. En cambio, cuando nos
referimos a la
santidad de ambos sí que
podemos afirmar que es idénticamente igual.
En la Biblia se nos
advierte que el Señor Yahshua fue
declarado Hijo
de Dios con potencia, según
el espíritu de santidad,
pero no con
IGUAL potencia a la de su Padre Celestial:
Romanos
1...
4 “El cual fue declarado Hijo
de Dios con potencia, según
el espíritu de santidad,
por la resurrección de los muertos, de Yahshua Señor nuestro.”
Como
conclusión, reiteramos,
que el poder
Supremo y Todopoderoso solo le corresponde al espíritu de Dios Padre Yahwéh.
Lo comprobemos con los
siguiente textos:
Jueces
14...
6 “Y el espíritu de Yahwéh vino sobre Sansón,
quien despedazó al león como quien despedaza un
cabrito”.
Hechos
2...
32 “A este Yahshua
resucitó Dios,
de lo cual todos nosotros somos testigos.”
Hechos
4...
10 “Sea
notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de
Yahshua de Nazaret, al que vosotros crucificasteis y Dios
le resucitó de los muertos,
por él este hombre está en vuestra presencia sano.”
Romanos
15...
19 “Con
potencia de milagros y prodigios, en
virtud del espíritu de Dios:
de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, he llenado
todo del evangelio de Cristo.”
Gálatas
1...
1 “PABLO,
apóstol, (no de los hombres ni por hombre, más por Yahshua y por Dios
el Padre,
que lo
resucitó de los muertos),”
1
Pedro 1...
21 “Que por
él creéis a Dios, el cual le resucitó de los
muertos,
y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sea en Dios.”
Con
todos los textos que acabamos de mencionar queda demostrado que el espíritu de
Dios Yahwéh es un espíritu
sumamente poderoso, Supremo, Todopoderoso y Omnipotente, cuya fuerza activa es
única e incomparable,
que todo lo puede.
Vayamos
ahora a Génesis
1...
26 “Entonces
dijo Dios: " Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y tenga potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos y las
bestias, sobre toda la tierra y sobre todo animal que se arrastra sobre la
tierra.”
Si Dios
Padre fue quien dijo: “Hagamos al hombre” (Génesis
1:26)
es INCUESTIONABLE que Yahwéh estaba hablándole a alguien y no a él mismo. ¿Y a quién se estaba dirigiendo?,
pues a su Hijo Yahshua:
el Verbo
de vida.
Por lo consiguiente, tanto Dios
Padre como Dios
Hijo tienen una
misma ESENCIA o NATURALEZA DIVINA,
ya que Dios Padre dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen,
conforme a nuestra semejanza;” (Génesis:1:26).
Y si el hombre fue hecho a imagen y semejanza de Yahwéh y de Yahshua, es por
demás evidente y contundente que en ellos dos mora una
misma ESENCIA DIVINA que es santa,
es decir, un
mismo espíritu
santo.
Ahora
bien, ningún ser humano de la descendencia de Satanás y Eva, ni tampoco de la
genealogía de Adán y Eva puede sostener que su espíritu haya logrado la
santidad por sí solo. Solamente
existe un solo espíritu que es santo, por sí mismo, sin la necesidad de ningún otro, y éste es
únicamente el espíritu de Dios, que es solo uno y no dos. Por lo
consiguiente, el espíritu
santo de Dios no puede ser una persona o un ser, porque ninguna persona puede habitar dentro
de otra. El espíritu santo por
ser un espíritu y no una persona es que puede habitar en millones de seres humanos
con vida. En
cambio, el
espíritu del Diablo no puede morar simultáneamente en más de un
cuerpo que respira (Lucas
22:3). El Diablo no tiene ese
poder, su poder es limitado, pero sí puede suceder, y de hecho
sucede, que muchos espíritus inmundos, ¡distintos!, lleguen a habitar en
un solo cuerpo humano con aliento de vida (Marcos 5:9, Lucas
8:30).
Volviendo al espíritu santo de
Dios, dicho espíritu reside tanto en Dios
Padre como Dios Hijo como así
también en todos los hijos de Dios que ya juntaron su espíritu con el espíritu santo de
Cristo. Estos seres humanos que fueron
ungidos por el espíritu santo de
Dios son los verdaderos y auténticos
hijos del Altísimo, porque sus espíritus ya se unieron con el espíritu santo de Cristo (Romanos
8:16).
En
el siguiente pasaje se puede constatar que el espíritu santo que mora en Dios
Padre Yahwéh es el mismo espíritu santo que también mora en Dios Hijo Yahshua. Y
aunque no leamos en Romanos
8:9 la palabra “santo” ningún hijo de Dios puede negar que el
espíritu de Dios ES SANTO (ver Efesios
4:30)
y que habita tanto en Yahwéh como en Yahshua:
Romanos
8...
9 “Más
vosotros no estáis en la carne, sino en el espíritu, si es que el espíritu
de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el espíritu
de Cristo,
el tal no es de él.”
Pasemos
a continuación a escudriñar, más en profundidad, lo que es el espíritu
santo:
Si el “Espíritu Santo” fuera realmente una persona, debería tener un
nombre personal,
como lo tiene Dios
Padre cuyo nombre es Yahwéh;
y como lo tiene Dios
Hijo cuyo nombre es Yahshua,
y como lo tenemos también nosotros, tanto Ud. como yo, ¿verdad?. Sin embargo al
espíritu santo en ningún versículo de la Biblia se le asigna ¡un nombre
personal!, entonces, ¡cómo
es que el espíritu santo pueda ser una persona y no tener un nombre
propio, personal!.
Sencilla y llanamente es porque el espíritu santo no es una
persona, ¿y por qué no es una persona? porque el
espíritu santo es el
espíritu que la
persona de Dios posee (Efesios
4:30).
Leamos
con detenimiento, otros importantes pasajes para ver si el “Espíritu Santo”
aparece sentado a la izquierda del trono de Dios Padre, ya que a la derecha, es
sabido, se encuentra Dios Hijo.
Juan
1...
29 “El
siguiente día ve Juan a Yahshua que venía a él, y dice: He aquí el Cordero de Dios,
que quita el pecado del mundo.”
Hebreos
12...
2 “Puestos
los ojos en al autor y consumador de la fe, en Yahshua; el cual, habiéndole sido
propuesto gozo, sufrió la cruz, menospreciando la vergüenza, y sentóse a la diestra del trono de Dios.”
Revelaciones
7...
10 “Y
clamaban en alta voz, diciendo: Salvación a nuestro Dios que está
sentado sobre el trono,
y al Cordero.”
En
este versículo de Revelaciones, los miembros de la gran muchedumbre dan gracias
a Dios y al Cordero por la salvación. Sin embargo no expresan ¡¡ningún
agradecimiento al “Espíritu Santo”!!... y ¿por qué será? ¿será que se olvidaron
de darle las gracias, o será que lo ignoraron? o ¿será
porque el espíritu santo no es una persona?.
Si
fuera cierto que “tres personas distintas forman un solo Dios verdadero”,
entonces deberían ser tres los nombrados en Apocalipsis
7:10,
pero como no son tres los que se nombran sino dos, es que el
misterioso “dios trino” no está formado por el Padre, el Hijo y el Espíritu
Santo, sino por otras
tres personas totalmente distintas que serán nombradas al final de este
capítulo.
Mateo
1...
18 “El nacimiento de Yahshua, el Cristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes
que se juntasen, se halló que había concebido
del espíritu santo.”
20 “Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños
y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que
en ella es engendrado, del espíritu santo
es.”
El
Evangelio nos manifiesta en estos pasajes que la virgen María fue concebida por el espíritu santo. Y
si el espíritu santo fuera una tercera persona divina, entonces el verdadero
Padre de Yahshua no sería Dios Yahwéh sino el “Espíritu Santo”.
Obviamente, quien aborda a esta conclusión no está en la VERDAD, puesto que Dios
Padre Yahwéh
nunca enseñó que el Padre de Yahshua fuera el “Espíritu Santo”. El Padre de
Yahshua predicó siempre que es él, es decir Yahwéh, el Padre Celestial de
Yahshua y no la tercera persona de una deidad.
Pasemos
ahora a Lucas 1...
35 “Respondiendo
el ángel, le dijo: El espíritu
santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su
sombra; por lo cual también el santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de
Dios.”
Lucas
24...
49 “He aquí,
yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la
ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo
alto.”
Ciertamente con estos dos versículos de Lucas se verifica contundentemente que el
espíritu santo es poderoso porque viene desde lo
alto, es decir desde el Altísimo. Pero dejemos bien en
claro también que el poder del espíritu
santo que emana de Dios Padre y
que lo recibió Cristo y también nosotros, los verdaderos cristianos bíblicos, no es de
igual magnitud e intensidad a todo el poder omnipotente que tiene el espíritu
de Dios Padre Yahwéh, Todopoderoso. Repito, el espíritu santo que
reciben los hijos de Dios ¡sí es poderoso! pero en menor escala o
medida si lo comparamos con todo el poder que posee ¡¡el espíritu de
Dios Todopoderoso!!.
Pasemos
a continuación a:
Gálatas
4...
6 “Y por cuanto sois hijos, Dios envió a
nuestros corazones el espíritu de su
Hijo, que clama: "Abba, Padre."”
Juan
14...
23 “Respondió Yahshua y le dijo: - Si
alguno me ama, mi palabra guardará. Y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos nuestra morada con
él.”
Si alguien dice que no tiene el espíritu santo de Dios y del Cristo que lo haga clamar "Abba, Padre",
quiere decir entonces que ese ser humano no es del Cristo, por lo tanto si no es
un cristiano ¡es un hijo del Diablo! al decir que no tiene el
espíritu santo.
Quienes poseen el espíritu santo no tienen a
una tercera persona divina, sino que tienen al PADRE Yahwéh y al HIJO Yahshua,
los cuales hacen morada en sus
hijos por medio de su santo
espíritu (Juan
14:23).
Por lo tanto, todo aquel que sí recibe el espíritu santo de
Dios sí es un hijo del Altísimo por medio del espíritu santo de Cristo (Gálatas
4:6).
Hechos
28...
25 “Como ellos no estaban de acuerdo entre sí, se iban cuando Pablo les dijo
una última palabra: - Bien habló el espíritu
santo por medio del profeta Isaías a vuestros padres,
diciendo:”
26 “- Ve a este pueblo y diles: "De oído oiréis y
jamás entenderéis; y viendo veréis y nunca
percibiréis."”
27 “Porque el corazón de este pueblo se ha vuelto insensible y con los oídos
oyeron torpemente. Han cerrado sus ojos de manera que no vean con los ojos, ni
oigan con los oídos, ni entiendan con el corazón, ni se conviertan. Y yo los
sanaré.”
Isaías
6...
9 “Y
dijo: - Ve y di a este pueblo: "Oíd bien, pero no entendáis; y mirad bien, pero
no comprendáis."”
En Isaías
6:9 se
observa que Yahwéh fue quien habló al profeta Isaías. Sin
embargo, en Hechos
28:25 Pablo
dijo que fue el espíritu santo el
que habló por medio de Isaías. Y
como Pablo comprendía perfectamente que la esencia de Yahwéh está en su espíritu
es que dicho apóstol personificó al espíritu santo de Dios como si
fuera una persona. Porque repito, la esencia de toda persona se encuentra en su
espíritu. Por lo tanto fue Yahwéh quien hablaba a Isaías, pero Yahwéh lo hacía por medio de su espíritu santo que ya se había unido al
espíritu de Isaías.
Hebreos
1...
1 “Dios,
habiendo hablado en otro tiempo muchas veces y de muchas maneras a los padres por los
profetas,”.
Una de esas
maneras es por medio del espíritu santo que ya
se había unido a cada uno de
los espíritus de los profetas hebreos.
2 “En estos últimos días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó
heredero de todo, y por medio de quien, asimismo, hizo el
universo.”.
Otra de esas maneras fue por medio
de su Hijo, Yahshua.
Vamos
ahora con Mateo 3...
11
“Yo los
bautizo a ustedes con agua para
que se arrepientan. Pero el que viene después de mí es más poderoso que yo, y ni
siquiera merezco llevarle las sandalias. Él los bautizará con el espíritu santo
y con fuego.”
En
este versículo, la Biblia se refiere al espíritu santo de modo impersonal, pues
se lo compara con agua
y fuego (Mateo
3:11),
por lo tanto, aquí, en este pasaje de Mateo, el espíritu santo no
puede ser alguien sino algo.
16 “Y vio al espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre
él”.
Aquí, tampoco podemos insinuar que el espíritu santo sea una
persona porque cuando Cristo se bautizó, el espíritu
santo descendió en forma de
paloma (Mateo 3:16), y no como
persona.
Veamos
también Efesios
5...
18 “No se emborrachen con vino, que lleva al desenfreno. Al
contrario, sean llenos del
espíritu.”
Aquí también se entiende perfectamente que
el espíritu santo no es una persona, puesto que se insta a los
seres humanos a que sean llenos con el espíritu
santo y no con
vino. Nuevamente, se lo distingue al espíritu santo como algo y no como
alguien.
Hechos
7...
55 “Pero Esteban, lleno del espíritu
santo, fijó la mirada en el cielo y vio la gloria de Dios, y a
Yahshua de pie a la derecha de Dios.”
56 “ - ¡Veo el cielo abierto --exclamó--, y al Hijo del hombre de pie a la derecha de
Dios!”
57 “Entonces ellos, gritando a voz en cuello, se taparon los oídos y todos a
una se abalanzaron sobre él,”
58 “lo sacaron a empellones fuera de la
ciudad y comenzaron a apedrearlo.
Los acusadores le encargaron sus mantos a un joven llamado
Saulo.”
Cuando
Esteban tuvo una visión de la
Gloria del Altísimo, y con Yahshua de pie a la
derecha de Dios (Hechos 7:55, 56), fue cuando dicho
discípulo fue apedreado (Hechos
7:57-58). Observe Ud., mi respetable lector, que en estos pasajes no se lo menciona al espíritu
santo, (Hechos 7:56), ¿verdad que no se lo menciona?.
Entonces ¿cómo puede explicarse que la tercera persona de la santísima trinidad no haya estado presente en esta visión que tuvo Esteban? Si este
discípulo no vio al espíritu santo es sencillamente porque el espíritu santo no es una persona real como sí lo son Dios Padre Yahwéh y Dios Hijo
Yahshua.
Continuemos
ahora con Hechos
5...
3
“Pedro le
reprendió: Ananías, ¿por qué has permitido que Satanás llene tu corazón para mentirle al espíritu santo diciendo que este
dinero es el resultado total de la venta? ¿Acaso no era tuya la
propiedad?”
4
“Podías
haber hecho con ella como mejor te hubiera parecido: venderla o quedarte con
ella. ¿Por qué has actuado así? ¡No nos has mentido
a nosotros, sino a Dios!”
En Hechos 5:3 leemos que Pedro dijo a Ananías que había mentido al espíritu santo, y seguidamente,
en Hechos 5:4, Pedro también dijo que había
mentido a DIOS (Yahwéh). ¿Implica esto que el espíritu santo sea Dios
Padre Yahwéh?, ¡por supuesto que no!.
Como el espíritu
santo es la esencia intrínseca de la persona de Yahwéh, es que resulta que quien
miente al espíritu santo, está, implícitamente, mintiendo al propio Dios
Padre. Tengamos en cuenta que Pedro no dijo que
Ananías había mentido a la "tercera persona de la santísima trinidad" sino que
dijo que había mentido al propio DIOS PADRE, ¿y por qué? porque el espíritu santo es el propio espíritu del Dios
Padre (Efesios
4:30) que mora
dentro de él. Yahshua simplemente personificó al espíritu santo,
atribuyéndole la misión de consolar a sus discípulos, y esa misma tarea ¡es la que llevo a cabo Yahshua con sus discípulos!.
Pasemos
ahora a analizar el significado de la palabra don
según
la R.A.E.:
don.
(Del
lat. donum).
1. m. Dádiva,
presente o regalo.
2. m. Bien
natural o sobrenatural que tiene el cristiano, respecto a Dios, de quien lo
recibe.
3. m. Gracia
especial o habilidad para hacer algo. U. t. en
sent. irón.
Real
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Ahora
sí consultamos las Sagradas Escrituras:
Efesios
4...
8
“Por
lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres.”
1
Corintios 12...
5 “Y hay repartimiento
de ministerios;
más el mismo Señor es.”
11 “Y él mismo dio unos, ciertamente apóstoles;
y otros, profetas;
y otros, evangelistas;
y otros, pastores
y doctores;”
12
“Para perfección
de los santos,
para la obra
del ministerio,
para edificación
del cuerpo de Cristo;”
Hechos
2...
38 “Y Pedro les dice: Arrepentios, y bautícese cada uno de vosotros en
el nombre de Yahshua para perdón de los pecados; y recibiréis el don del espíritu santo.”
1
Corintios 12...
4 “Empero hay
repartimiento de dones;
más el
mismo espíritu es.”
1
Corintios 7...
7 “Quisiera más bien que todos los hombres fuesen
como yo: empero cada
uno tiene su propio don de Dios;
uno a la verdad así, y otro así.”
1 Corintios 12...
1
“Y acerca de los dones espirituales, no quiero, hermanos, que ignoréis.”
3 “Por tanto
os hago saber, que nadie que hable por espíritu
de Dios,
llama anatema a Yahshua; y nadie puede llamar a Yahshua Señor, sino por espíritu
santo.”
9
“A otro, fe por el mismo espíritu, y a otro, dones de sanidades por el mismo espíritu;”
Ciertamente,
por medio del bautismo EN NOMBRE DE YAHSHUA y no en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, es como
el ser humano recibe el don del espíritu santo.
Lo veamos:
“Pedro
les dijo: - Arrepentios y sea bautizado cada uno de vosotros en el nombre de
Yahshua para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del espíritu santo.” (Hechos 2:38)
“Estando
aún hablando Pedro estas palabras, el
espíritu santo cayó sobre todos los que oían el sermón.” (Hechos
10:44)
“Y
los creyentes de la circuncisión que habían venido con Pedro quedaron
asombrados, porque el don del espíritu santo fue derramado también sobre los
gentiles;” (Hechos 10:45)
Ahora sí cabe reflexionar sobre lo siguiente:
1 Corintios
2...
10 “Empero Dios nos lo reveló a nosotros por el espíritu:
porque el espíritu todo lo
escudriña, aún lo profundo de Dios.”
11 “Porque
¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así
tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el
espíritu de Dios.”
12 “Y
nosotros no hemos recibido el
espíritu del mundo,
sino el
espíritu que viene de
Dios,
para conocer las gracias que Dios nos ha otorgado,”
Por
lo tanto, dejemos bien en claro, que:
Uno es el espíritu del mundo que es el de aquella
bestia de nombre Satanás que fornicó con Eva (ver Génesis 3:6,7 junto a 1 Corintios 2:12), otro es el
espíritu de Dios (1 Corintios 2:11) y otro es el espíritu que posee cada ser humano que todo lo escudriña (1
Corintios 2:10).
Pasemos
ahora a examinar, lo que es la “santísima” trinidad:
Consultemos Revelaciones
12...
17 “Entonces el
dragón fue airado contra la mujer; y se fue a hacer
guerra contra los otros
de la simiente de
ella, los cuales guardan los
mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Cristo.”
En este
pasaje, cuando dice la simiente de
ella (ver Génesis 3:15)
se refiere, en gran porcentaje, a la
descendencia de Adán y Eva que guardan
los mandamientos de Dios y tienen el testimonio del Mesías, vale decir, los verdaderos
cristianos (los hijos de
Dios).
Sigamos con Revelaciones 13...
4 “Y
adoraron al dragón que había dado la
potestad a la bestia, y
adoraron a la
bestia, diciendo: ¿Quién es semejante
a la bestia, y quién podrá lidiar con ella?”
Este dragón, simbólicamente, representa al DIABLO, y aquí
se lo puede describir como un animal con pies y alas, que pone huevos (ovíparo), de singular voracidad y fiereza, una especie de reptil terrestre,
figura de la antigua “serpiente” (ver Génesis 3:4). De modo que dicho “dragón”, ya no
será el mismo animal gigante y de gran fuerza física como aquel que vivió en los
tiempos de Adán y Eva, sino que ahora se manifestará a través de un ser humano (ver Revelaciones 16:13), llevando el mismo espíritu malo (ver Mateo
8:28) que tenía la antigua bestia cuando fornicó con Eva (ver Génesis 3:13). Este ser humano, el dragón, es el que dará potestad a la bestia 666 (hijo del
Diablo), y será tal el poder que muchos se
preguntarán: ¿quién podrá lidiar con la bestia?
(Revelaciones 13:4).
Continuemos con Revelaciones
(Apocalipsis) 16...
13 “Y vi salir de la boca del dragón, y de la
boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas:”
Por lo
tanto, de aquí sí que se obtiene, el
misterio de la MALÍSIMA trinidad: el dragón, la
bestia, y el falso profeta;
son tres personas distintas y un solo MAL verdadero...
¡¡¡El dios trino no era
falso, pues aquí se ha revelado!!!
Y para terminar, Revelaciones (Apocalipsis) 20...
10 “Y
el Diablo que los engañaba, fue lanzado en el lago de
fuego y azufre, donde está la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche para siempre
jamás.”
Amén.
Tesis
No
hay ni una sola evidencia bíblica donde podamos constatar que los apóstoles o
discípulos hayan orado al “Espíritu Santo” o que hayan orado a Dios Padre Yahwéh por medio de dicho
espíritu, mientras que sí nos consta que los cristianos oraron al Padre
Celestial utilizando como único intercesor a su Hijo Yahshua. (1 Timoteo
2:4)
Ahora
bien, las
Santas Escrituras nos muestran que el espíritu santo enseña (Juan 14:26), da testimonio (Juan 15:26), guía a la verdad (Juan
16:13), hace prohibiciones (Hechos 16:6), envía (Hechos 13:4) y que habla a
personas (Hechos 8:29). Pero todas estas expresiones son tan solo formas figuradas
que Dios utiliza para llevar a
cabo el cumplimiento de sus propósitos, es decir, su voluntad. Y lo hace a través del espíritu del ser humano con vida, que ya fue santificado por el espíritu
santo.
Ningún espíritu
“habla” directamente por emisión propia, por sí solo y con voz literal, si no está
habitando en algún cuerpo humano que respira. Tampoco el espíritu santo
“habla” literalmente por sí solo, como si fuera un emisor (un ser) independiente. El
espíritu santo “habla” porque primero se unió a un espíritu que mora dentro del cuerpo de una persona
viviente que obedece el mandato divino.
Ratifico,
todos los espíritus necesitan de un cuerpo humano, con aliento de vida, para
poder “hablar”. Y cuando las
Sagradas Escrituras nos enseña que el espíritu santo “habló” fue por medio de los espíritus de cada uno de los
seres humanos con vida que ya se unieron al espíritu santo de Dios.
No
existe ni un solo versículo en toda la Biblia donde leamos que los apóstoles
hayan ESCUCHADO la voz del
espíritu santo. Y ¿por qué? porque el que tiene voz no es el espíritu santo,
sino el cuerpo de una persona viviente donde mora el espíritu santo. Tampoco
disponemos de registros bíblicos en los cuales tomemos conocimiento que el
espíritu santo le “habló” a Dios Padre Yahwéh o al Señor Yahshua. Y ¿por qué? porque el
espíritu santo no es una persona, es un
espíritu.
Conclusión
Resumiendo
este trabajo llegamos a:
- Que el Señor Yahshua jamás
nos dio a conocer a un Dios “trino”, sino a
un Dios supremo que es el
Padre:
“Nadie
ha visto jamás a Dios; pero su Hijo único, que está siempre con el
Padre, nos lo ha dado a conocer.” (Juan
1:18)
“Vuestra
oración debe ser así: "Padre nuestro que estás en los
cielos...” (Mateo
6:9-15).
-
Que existen muchos textos bíblicos en los que se nombra solo al
Padre y al Hijo, omitiéndolo al espíritu santo. Y ¿por qué? porque el
espíritu santo no es una persona divina, ni un ser igual a Dios.
- Que no
existe ningún
texto bíblico donde se
designe que Dios Padre, Dios Hijo y el espíritu santo sean tres personas
Divinas, ni que constituyan un solo Dios verdadero, ni tampoco que cada uno de
los tres tengan “idéntica omnipotencia” y/o que los tres sean “igualmente
increados”.
- Que los hijos del Diablo siempre van a objetar diciendo que
en 2 Corintios 13:14 se los nombra juntos al Padre, al Hijo y al espíritu
santo. Pero de ninguna manera dicho pasaje expresa que el espíritu santo sea
Dios o que el espíritu santo sea la tercera persona de una "Deidad Trina y Una".
También en 1
Timoteo 5:21 se menciona juntos a Dios, a Cristo y a los ángeles; y no por ello quiere decir
que los ángeles de Dios formen una deidad con Yahwéh y con
Yahshua.
Gracia y Paz.
Miguel Marcelo
Cuadras.
“Cuando él
comenzare a tocar la trompeta,
el misterio de Dios será
consumado” (Revelaciones 10:7).